El fotógrafo británico se enamoró de Squirrel y Arrow sin memoria y reunió una colección de figuras.

Mucho antes de que un hombre volara al espacio, los perros fueron enviados allí. En la Unión Soviética, tales experimentos fueron muy populares. Los perros eran ideales para probar cohetes espaciales: los científicos observaron cómo se comportan los animales en vuelo, y con la ayuda de ellos pudieron estudiar varios fenómenos en el espacio cercano a la Tierra. Todos sabemos sobre Squirrel y Strelka, sin embargo, se llevaron a cabo más de treinta vuelos de este tipo en la URSS, y casi siempre se enviaron al espacio animales diferentes. Los perros cosmonautas fueron más que un experimento, todos se convirtieron en colegas y amigos de los científicos.

Fueron Belka y Strelka quienes se convirtieron en los perros más legendarios de la Unión Soviética y verdaderos héroes. Estos de cuatro patas hicieron alarde de absolutamente todo: pitilleras, muñecas de anidación, relojes y otras cosas del ciudadano soviético. Squirrel y Arrow se han convertido en un verdadero culto, como los Beatles en el Reino Unido o Mickey Mouse en los Estados Unidos. El fotógrafo Martin Parr ha estado recolectando cosas que representan perros astronautas durante más de veinte años. Parr compra sus exhibiciones a través de Internet y en mercados de pulgas en Moscú.

Matrioska con Ardilla y Flecha

Una jarra en forma de cohete, desde la ventana de la cual asoman los legendarios astronautas

Jarra de galletas con un asterisco, que salió al espacio unas pocas semanas antes del vuelo de Yuri Gagarin

Figuras de porcelana de Gzhel

Reloj con un barómetro que representa Ardilla y Flecha

Noche de perro legendario

Libro infantil de 1961, que cuenta las aventuras de dos perros en el espacio.

Estuche de cigarrillos con Laika, que se convirtió en la primera criatura viviente en la órbita de la Tierra

Plato de colección con astronautas de cuatro patas

Tarjeta postal con Laika y los tres primeros satélites en órbita.

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